"Existe evidencia científica de cómo algunos contaminantes del aire contribuyen de manera significativa al calentamiento global. Esos contaminantes han sido agrupados bajo el término "Contaminantes de vida corta " (SLCPs; por sus siglas en inglés). Algunos informes recientes del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), identificaron los potenciales beneficios de la reducción de cuatro SLCPs- principalmente metano, carbono negro (CN), ozono troposférico y hexaflurocarbono (HFC)-y las medidas que ofrecen una oportunidad real de reducir significativamente la tasa de calentamiento global durante las próximas dos a cuatro décadas (PNUMA, 2011; Shindell et al., 2012; PNUMA/OMM, 2011)". A fin de avanzar en la sensibilización a la población sobre la relación que existe entre el cambio climático, la contaminación atmosférica e impactos a la salud humana, se realizó un estudio técnico inicial para la Ciudad de México cuya población se ve significativamente afectada por esta situación.