Tanta, alojada en la sierra central de Lima, al suroeste del nevado Pariaccaca a 4.300 m.s.n.m., es una pequeña comunidad de casas de adobe y calaminas rojas a dos aguas, y de aproximadamente cuatrocientos habitantes. No hay servicio de internet pero sí agua, luz y señal de telefonía celular. En Tanta, además, hace un frío que congela los huesos. “Cuando se realizó el estudio de vulnerabilidad al cambio climático”, cuenta Edith Fernández-Baca, Coordinadora Nacional del Proyecto Adaptación basada en Ecosistemas de Montaña (EbA Montaña) en Perú, “constatamos que este poblado, por ser cabecera de cuencas que dan origen a tres ríos, Cañete, Mantaro y Pachacayo, debía tener un lugar preponderante en la ejecución de nuestro programa”.