Jueves, 03 Enero 2013
Argentina - Boyas de monitoreo: ciencia y tecnología para cuidar lo nuestro
El proyecto PAMPA II integrará en una red las investigaciones que se van a realizar en diferentes cuerpos de agua para evaluar distintos patrones biológicos y de cambio climático.
Las lagunas pampeanas son el hábitat natural de especies de importancia económica y tienen además valor deportivo y recreativo. Para comprender los efectos del clima sobre el funcionamiento de los ecosistemas en general y de las lagunas en particular, son imprescindibles estudios estandarizados de larga duración.
Para ello se constituyó una red que involucra a diferentes grupos de trabajo y que cuenta con el apoyo institucional del CONICET. La iniciativa está integrada por investigadores de Chascomús, Bahía Blanca, Tandil, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, San Luis y Río Cuarto.
PAMPA II es un proyecto argentino de monitoreo y prospección de ambientes acuáticos coordinado por Horacio Zagarese, investigador principal del CONICET y responsable del Laboratorio de Ecología y Fotobiología Acuática del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas – Instituto Tecnológico de Chascomús (IIB INTECH, CONICET-UNSAM).
La red monitoreará un total de trece lagunas entre las que se encuentran la de Chascomús, El Triunfo, La Limpia y Salada de Monasterio, la Salada de Pedro Luro, Sauce Grande y Puan, Barrancosa, Salada de Tedín Uriburu y El Chifle; la laguna Grande de Otamendi y laguna Helvecia.
En cinco se instalarán boyas equipadas con sensores automáticos capaces de medir temperatura, presión, viento, precipitaciones, humedad, oxigeno, clorofila y profundidad. Estos dispositivos van a estar conectados a un procesador que almacena la información y luego la transmite en tiempo real a los laboratorios encargados de su funcionamiento.
Esto permitirá contar con información continua, estandarizada y extendida en el tiempo. Además se recogerán muestras de agua cada quince días o un mes para analizar, por ejemplo, qué algas o bacterias las habitan.
“Estamos bajo la premisa de que las condiciones meteorológicas, sobre todo las variaciones de temperatura, vientos y precipitaciones, tienen un efecto fundamental sobre los ecosistemas acuáticos”, analiza Zagarese. En el partido de Chascomús se registró un aumento de la temperatura media anual atmosférica de 1.7° C en los últimos 40 años.
De acuerdo con el investigador, en un contexto de continuos cambios en las prácticas agrícolas, comprender en qué medida el funcionamiento hidrológico de las lagunas responde a estos cambios cobra importancia no sólo por el valor intrínseco de estos sistemas, sino por su papel como indicadores de la salud de todo el paisaje.
“Como resultado a corto plazo se espera que el trabajo de la red aporte datos que faciliten la elaboración de alguna investigación sobre la diversidad de algas o la biología pesquera”, comenta Zagarese.
Según explica a largo plazo se espera obtener información sobre las lagunas de la región pampeana, conocer sus respuestas fisicoquímicas y biológicas frente a diversos ciclos y eventos climáticos y también evaluar patrones de cambio vinculados con el impacto antrópico – es decir, del hombre – sobre estos cuerpos de agua.
“El objetivo es realizar un trabajo que integre todas las variables y que sea de utilidad para la comunidad, tanto para los organismos de manejo como para los organismos de gobierno locales involucrados”, enfatiza.